La Voz de Galicia publicó el día 16 de septiembre un artículo firmado por Xosé Luís Barreiro Rivas en el que compara la situaciones políticas de España e Israel y califica a Israel como país artificial, injusto, sin historia, enrevesado, xenófobo, hemiplégico, afortunadamente pequeño y de apartheid.
El Alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, firmó el día 1 de septiembre el decreto que deja sin efecto la “suspensión temporal” de las relaciones entre Barcelona y el Estado de Israel y con todas sus instituciones, incluido el hermanamiento con la ciudad de Tel Aviv.
Esta decisión la tomó la anterior alcaldesa Ada Colau en el mes de febrero vía decreto.
Collboni retoma la senda del diálogo y la cooperación institucional con Tel Aviv y posiciona a Barcelona como ciudad de encuentro y diálogo.
El comisionado de Relaciones Internacionales y Promoción de la Ciudad, Pau Solanilla, que fue el encargado de anunciar la decisión, aseguro que “Tel Aviv representa los mejores valores progresistas de Israel y que es una ciudad indispensable para el diálogo en el Mediterráneo”.
El juzgado número 5 de Barcelona ha admitido dos denuncias contra la ex alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, acusada de incitación al odio, antisemitismo, xenofobia y prevaricación por romper relaciones con el estado de Israel y cancelar el hermanamiento entre la capital catalana y Tel Aviv.
Las denuncias las interpusieron los abogados Francesc Jufresa y Ferrán Grasas y la organización Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM).
Pintada aparecida el día 17 de abril, coincidiendo con la conmemoración de las víctimas del Holocausto según el calendario hebreo, en la fachada de la sede de la Comunidad Israelita de Barcelona: “Palestina libre del río al mar. Solidaridad con el pueblo palestinos”.
El día 8 de febrero en el marco de unas jornadas organizadas en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid sobre los Acuerdos de Oslo, un grupo de personas intentó entrar en la sala donde se encontraba la Embajadora de Israel, Rodica Radian-Gordon, invitada a ofrecer una conferencia.
Varios días antes, aparecieron por el campus universitario varias pancartas convocando a una manifestación contra la presencia de la Embajadora en la Universidad.
Un grupo de unas 40 personas irrumpieron en la Facultad e intentaron entrar en la sala de conferencias lo que obligó a la Decana de la Facultad a activar los servicios ve seguridad y pedir la intervención del grupo de antidisturbios de la Policía Nacional.
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