La comunidad de Madrid se opone a las protestas universitarias

 

 

 

 

 

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha manifestado en contra de utilizar espacios públicos como las universidades, para hacer política, en alusión a las acampadas pro palestinas que utilizan expresiones y eslóganes antisemitas, como «desde el rio al mar, Palestina vencerá».

«Romper la convivencia y utilizar Gaza así, es incoherente e insensato», ha declarado. «No podemos utilizar el campus para expulsar a nadie, es como decir que vamos a seguir señalando los negocios israelíes, vamos a pasar de señalar con la estrella de David al judío a empezar a señalar el negocio israelí para perseguirlo», sentenció.

Por su parte, el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Emilio Viciana, ha contestado a la Junta Rectora de la Crue advirtiendo sobre «la quiebra de la seguridad jurídica y el acto de censura y control ideológico, incluso de falta de humanidad» que supone su comunicado en el que la Junta de Rectores avisa sobre «Revisar y, en su caso, suspender los acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación israelíes que no hayan expresado su firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario».

 

 

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Carta a los Rectores de Universidades (CRUE) contra el Antisemitismo

 

 

 

 

 

 

 

CARTA ABIERTA A LA CONFERENCIA DE RECTORES (CRUE).
CONTRA EL ANTISEMITISMO EN LAS UNIVERSIDADES

Todo comenzó con un silencio muy revelador. A pesar de su inusitada brutalidad y crueldad, solo comparables a las del ISIS, la masacre perpetrada por Hamás el pasado 7 de octubre en Israel no fue seguida del habitual comunicado de condena del terrorismo por parte de los rectorados de las diferentes universidades españolas. Pasados ya diez días, la Conferencia de Rectores (CRUE) se pronunció por fin en nombre de todas ellas, si bien lo hizo no para condenar, sino solo para rechazar, y no precisamente el ataque de Hamás, sino la “escalada bélica”, en expresión que parecía aludir más a la respuesta de Israel a la agresión que a la agresión misma. En el interior de ese mismo comunicado, de fecha 17 de octubre de 2023, los Rectores reafirmaban su compromiso “con la paz, la justicia, los derechos humanos y los valores democráticos” y se declaraban por eso “contrarios a cualquier guerra o acto terrorista”, pero tan equidistante formulación volvía a soslayar de nuevo la obligación moral de apoyar en ese concreto momento al pueblo israelí, que acababa de vivir uno de los momentos más difíciles de su historia, solo equiparable al sufrido por los Estados Unidos el 11-S.

Teniendo en cuenta este punto de partida, no puede extrañar que la actitud más generalizada en los últimos meses, dentro ya de cada una de las distintas universidades españolas, haya sido la complacencia y permisividad con los diversos grupos de estudiantes, profesores y sindicatos que, liderados, respaldados o inspirados por el BDS y otras organizaciones radicales, han ido dejando constancia de su hostilidad a Israel al tiempo que de su apoyo a Hamás, enmascarados ambos siempre bajo consignas supuestamente pro-palestinas, pero de inconfundible raigambre yihadista, tales como “Desde el río hasta el mar, Palestina libre” o “Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá”. De nada ha servido que profesores, estudiantes y colectivos varios hayan denunciado estos hechos como constitutivos de posibles delitos de odio, ni siquiera en el caso, especialmente grave, de los lemas y pancartas que rezaban “Fuera sionistas de la Universidad” -un llamado a la exclusión que, aun sin contener la palabra “judíos”, concernía, como puede fácilmente entenderse, a la mayoría de los judíos e israelíes que enseñan o estudian en las universidades españolas. Por graves que hayan sido las expresiones de odio a lo largo de estos meses, las autoridades universitarias –desde rectores a decanos hasta defensores universitarios e inspecciones de servicios- no solo no habrían hecho nada para impedirlas, sino que las habrían tolerado y hasta, en algunos casos, defendido, so pretexto de la libertad de expresión, como si se ignorase que este derecho, esencial por supuesto en cualquier sociedad democrática, encuentra siempre un límite en el respeto a los derechos ajenos. No se ha tenido en cuenta, por tanto, la existencia del artículo 510 del Código Penal, que conceptúa como delito punible las acciones, expresiones o publicaciones destinadas a fomentar, promover o incitar al “odio, hostilidad, discriminación o violencia” por motivos “antisemitas”, así como por la simple “pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación”. Ni tampoco el hecho de que España hizo suya, con fecha 22 de julio de 2020, la definición operativa de “antisemitismo” adoptada por la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA), dentro de la que se contemplan las manifestaciones más actuales del antisemitismo, esto es, las que se dan en forma de hostilidad hacia Israel, llamados a boicots e intentos de discriminar a este país en el contexto de las naciones.

Pese a la existencia de todos estos instrumentos legales, ninguno de los colectivos que a día de hoy demandan esos boicots y esa discriminación han encontrado el menor obstáculo a la hora de difundir sus peculiares ideas no solo en los pasillos, sino hasta en las aulas de las universidades españolas. De especial gravedad ha sido, en este sentido, lo que ocurrió hace unas semanas en la Facultad de Educación de la Universidad de las Islas Baleares, donde se cedió el Aula Magna al grupo autodenominado “Ciudadanos por Palestina”, que la usó para disertar sobre el “mito del Holocausto”, así como para defender que el 7 de octubre no fue una masacre, ni un acto de terrorismo, sino un acto de legítima defensa y resistencia contra el “colonialismo” de Israel. Ninguna de estas dos afirmaciones, cuyo punto en común sería el negacionismo (una del Holocausto y otra de un crimen de lesa humanidad), fue, sin embargo, denunciada de oficio ni por la Universidad de Baleares ni tampoco por la Fiscalía, tal como habría sido lógico al tratarse de acciones inequívocamente ajustadas a la definición del delito de odio (véase artículo 2.2 de la Circular 7/2019 de la Fiscalía General del Estado, sobre pautas para interpretar los delitos de odio). En cuanto a las instancias académicas que autorizaron el acto, lejos de pedir disculpas, apelaron una vez más al derecho a la libertad de expresión y defendieron que el campus era un “espacio de debate y de conocimiento” en el que había que fomentar “un ambiente de libre expresión y análisis crítico”. Solo en los últimos días, y a raíz de la trascendencia pública que ha llegado a tener lo ocurrido, se ha comprometido esta universidad a “vigilar” más en el futuro este tipo de convocatorias, “sobre todo en temas tan sensibles”.

Idéntica vigilancia se debería ejercer, sin duda, sobre otra de las consignas más usadas en los últimos meses: la que tiene que ver con el supuesto “genocidio” cometido por Israel. Esta acusación, no probada ni asumida por la Corte Penal Internacional, ha encontrado, pese a ello, un sorprendente eco no solo en la televisión pública española y en ciertos medios periodísticos, sino también en el seno de las universidades españolas, donde son muchos los que la dan por hecho tan cierto y seguro que no admitiría contestación ni réplica alguna. Ocurre esto, sobre todo, en el caso de los estudiantes, pero no solo, puesto que esta misma acusación puede encontrarse en alguno de los comunicados aprobados en las Juntas de Centro de las diferentes facultades españolas. Especialmente rotundo a este respecto habría sido el emitido por la Junta de Centro de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, que llevaba el elocuente título de “Con Palestina, No al Genocidio en Gaza”.

En cuanto al resto de los comunicados de Juntas de Centro, tampoco han sido demasiado sutiles a la hora de acusar a Israel de todo cuanto acaece en Gaza, como si las acciones de Hamás y Yihad Islámica no hubieran tenido nada que ver en la gestación y consecución del actual conflicto bélico. De creer lo expuesto en esos discursos, todo ocurriría, en realidad, como si, aparte del ataque que estuvo en el origen del conflicto, esas organizaciones yihadistas no hubieran hecho luego nada para avivar la guerra: ni lanzar indiscriminadamente miles de cohetes Qassam sobre ciudades israelíes, ni tampoco librar combates encarnizados con las fuerzas de defensa israelíes dentro de las ciudades y túneles del norte de Gaza. Tal como se presentan las cosas en estos comunicados, los palestinos y las universidades palestinas habrían sido, por tanto, los únicos damnificados del conflicto, en tanto que, en lo que concierne a Israel, solo se habla, en el mejor de los casos, de los muertos y rehenes del 7 de octubre, pero nunca de las pérdidas posteriores: ni las de los cientos de militares caídos a diario en combate, ni tampoco las de los civiles que han sido víctimas de los atentados asimismo diarios que siguen teniendo lugar en el interior de las ciudades israelíes, más allá, pues, del campo de batalla.

Las Juntas de Centro que aprueban estas declaraciones tampoco parecen caer en la cuenta de que, si el número de víctimas israelíes no ha sido mayor del que es, esto no se ha debido a las buenas intenciones de los yihadistas (frente a la crueldad del ejército israelí), sino solo a la existencia, de todos conocida, del sistema de defensa conocido como Cúpula de Hierro, sin el cual las universidades israelíes habrían acabado no del mismo modo, sino mucho peor, que lo han hecho las de Gaza. Se pasa, pues, por alto la violencia continuamente infligida contra los ciudadanos israelíes, el carácter defensivo de las acciones bélicas emprendidas por el ejército israelí y, sobre todo, la responsabilidad de Hamás en el número de víctimas civiles en Gaza, que de seguro no habrían existido si esta organización se hubiera rendido, depuesto las armas y liberado a todos los rehenes, como tantas veces se le ha demandado desde el lado israelí. Sorprende también, por último, que muchos de estos comunicados soliciten la ruptura o suspensión de relaciones con las universidades israelíes por su colaboración con las Fuerzas de Defensa de Israel, sin pedir, en cambio, lo mismo para las universidades de Gaza, entre las que las hay probadamente colaboracionistas con el régimen de Hamás.

Cabe, pues, concluir que la universidad española en su conjunto no se habría caracterizado, precisamente, por la solidaridad con Israel en estos difíciles momentos, unos de los más amargos de su historia reciente. Y todavía está por ver lo que ocurrirá en las próximas semanas, cuando la “acampada” ya organizada en la Universidad de Valencia en apoyo a Palestina y “contra el genocidio de Israel en Gaza” deje de ser la única para convertirse en una más de las muchas que, según se anuncia, van a invadir los campus universitarios de todo el territorio nacional, sumándose así a la organizada y bien planificada movilización global, denunciada ya en varios países como claramente antisemita. No son, pues, buenos tiempos para Israel y los judíos, y ante esta situación lo único que cabe a los abajo firmantes es apelar a la Conferencia de Rectores para que, además de fomentar la libertad de expresión y el espíritu crítico, asuma y promueva también otra de las más importantes responsabilidades que las universidades tienen asignadas en nuestro ordenamiento jurídico, a saber, la formación y educación de sus miembros, y de la ciudadanía en general, en la tolerancia, el respeto y la lucha contra toda forma de discriminación y odio, sin dejar, al mismo tiempo, de velar por el cumplimiento de la legalidad democrática frente a los discursos y delitos de odio antisemita.

En Madrid, a 6 de mayo de 2024

Firman esta carta Abierta:

European Jewish Congress

Plataforma contra el Antisemitismo

Granada contra el Antisemitismo

LICRA Cataluña

Tarbut Shorashim

Foro Hispano Israelí para la Cooperación

Asociación de Amistad Hispano -Israelí

Coordinadora Iberoamericana contra el Racismo y el Antisemitismo

Asociación Sefarad de Iberoamérica

Fundación Violeta Friedman

Madrid contra el Antisemitismo

Beit Emunah Comunidad Judía de Asturias

Asturias contra el Antisemitismo

Asociación Asturiana de Amigos de Israel

Gijón contra el Antisemitismo

Centro de Estudios  Judeo-Cristianos

Asociación Vasca de Amigos de Israel

Asociació de Relacions Culturals Catalunya-Israel

Israel  Alliance Forum (ISFA)

Federación de Jóvenes Judíos en España

Asociación cultural Euskadi-Israel

Málaga contra el Antisemitismo

Sevilla contra el Antisemitismo

Marbella contra el Antisemitismo

Jaén contra el Antisemitismo

Asociación de Amistad  Valencia-Israel

Valencia contra el Antisemitismo

Tarbut Sefarad Valencia

Instituto de Cultura Alicante-Israel

Alicante contra el Antisemitismo

Castellón contra el Antisemitismo

Asociación de Venezolanos en Castellón

Asociación de Amigos de Venezuela en Vigo

Asociación de Mujeres Venezolanas

Bolivianos en red

Instituto de Relaciones Culturales Baleares-Israel

Mallorca contra el Antisemitismo

Asociación Galega de Amizade con Israel AGAI

Galicia contra el Antisemitismo

Amistad Judeo-Aragonés

Valladolid contra el Antisemitismo

Ponferrada contra el Antisemitismo

Zamora contra el Antisemitismo

Santander contra el Antisemitismo

León contra el Antisemitismo

Betanzos contra el Antisemitismo

Vigo contra el Antisemitismo

Galicia contra el Antisemitismo

Colectivo Galiza Israel

Instituto de Encuentro Canarias-Israel

Asociación Cultural Sefarad Aragón

Zaragoza contra el Antisemitismo

Kehilá Makon B´lev Madrid

Shir Jadash Comunidad Judia Reformista Valenciana

Red Académica contra el Antisemitismo en Universidades

Movimiento contra la Intolerancia

Mas adhesiones en proceso……

Contacto: c.contraelantisemitismo@gmail.com

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Carta abierta al presidente del Gobierno y a los grupos parlamentarios

 

 

 

 

 

 

 

Carta abierta al presidente del Gobierno de España y a los grupos parlamentarios sobre el crecimiento del Antisemitismo a raíz de la situación en Oriente Medio

El sorpresivo ataque bélico del Gobierno de Irán contra el pueblo de Israel el pasado 13 de abril de 2024, con cerca de trescientos cincuenta drones incluyendo misiles de gran potencia, así como el persistente ataque de Hezbolláh, Hamas, la Yihad Islámica y Hutíes entre otros grupos, ha evidenciado la verdadera naturaleza de lo que sucede en Gaza y otros enclaves de Palestina.

Ante ello diversos países árabes, como Arabia Saudí, Emiratos y Jordania han participado en la defensa de Israel junto a EEUU y con el apoyo de otros países occidentales.

La respuesta de conocidos representantes políticos españoles incluidos altos cargos gubernamentales, participando junto a organizaciones antisemitas que difunden eslóganes aniquilacionistas del tenor «Desde el Rio hasta el Mar, Palestina vencerá» -prohibidos por ser antisemitas en USA- así como calificativos criminalizadores, carecen de sentido en nuestro mundo occidental. Las expresiones antijurídicas como «Israel genocida» o «Israel terrorista» y las convocatorias apoyadas por «organizaciones prohibidas» como Samidou en Alemania o en otros países son asimismo inaceptables. La permisividad con el BDS, junto a todo lo anterior, viene a reflejar la escasísima intervención del Gobierno de España frente a todas las acciones que esta Carta denuncia.

Nuestro país, representado en su día por doña Carmen Calvo como vicepresidenta primera del Gobierno de España, fue firmante de la declaración International Holocaust Remembrance Alliance (IHRA) instituida en Bucarest el 26 de mayo de 2016. La IHRA nos compromete a luchar contra el antisemitismo. Este mismo compromiso se ha hecho explícito en el Plan de Implementación de la Estrategia Europea contra el Antisemitismo, contra la negación del Holocausto y por la protección de la forma de vida judía.

El clima de intolerancia hacia los judíos y sus afines se expande por el mundo, incluyendo a España, y es alentado transversalmente por distintos grupos tanto ultra izquierdistas como neofascistas y ultra islamistas, por citar solo algunos de ellos. Esta circunstancia se proyecta especialmente en manifestaciones públicas, en las que gritos de descalificación y deslegitimación de Israel se acompañan de otros como «muerte de los judíos». Los «vivas a las brigadas» de diversos grupos criminales relacionados con la masacre terrorista antisemita y misógina del 7 de octubre de 2023, y más recientemente, los belicistas «vivas a Irán» por su reciente agresión a Israel, alimentan esta sinrazón y el fanatismo. Expresar y difundir estas proclamas y mensajes no es solo moralmente obsceno, sino que constituye un delito.

El resultado de este clima creciente de intolerancia antisemita es la generación de delitos de odio que van desde las injurias y amenazas hasta las agresiones a personas, a sinagogas y a empresas, e incluso a posibles atentados terroristas. La incitación constante al odio, la discriminación, la hostilidad y la violencia conducen a la banalización del Holocausto y el Genocidio, mientras se aplauden atentados y se enaltece el terrorismo.

La sociedad española asiste perpleja a la actitud pasiva, cuando no colaboradora, de diversas autoridades universitarias que facilitan el uso de aulas para la difusión del antisemitismo y el falseamiento de los dramáticos hechos del Holocausto, bajo el paraguas interesado del conflicto entre Israel y la organización terrorista de Hamás. Resulta inaceptable el silencio de la Conferencia de Rectores de la Universidades Españolas (CRUE) y/o del propio ministro de Ciencia, Innovación y Universidades sobre la utilización de instituciones públicas españolas para fines que, por su propia naturaleza, no le son propios.

Los medios de comunicación, conscientes o no, contribuyen a la difusión de mensajes conducentes a graves errores de estigmatización y desinformación. Publicar mentiras, como por ejemplo la relativa a la procedencia del misil caído en el hospital Al Shifa del que se culpó al ejército israelí sin pruebas, evidencian la ligereza a la hora de difundir noticias falsas cuya fuente es Hamás, una de las partes del conflicto. Queremos recordar a los medios de comunicación la necesidad de emitir informaciones veraces y contrastadas, de cumplir con los estándares de rigor periodístico y de verificar los hechos sobre los que tratan en sus noticias.

En consecuencia, como representantes de la Sociedad Española, y movidos exclusivamente por el deber de velar por la concordia de la nación, les instamos a dar un nuevo impulso a los acuerdos aprobados por la Unión Europea y firmados por España para combatir el antisemitismo, así como a la propia declaración del IHRA, actualmente en una inexplicable situación de parálisis. Asimismo, instamos a la desautorización de las acciones de los cargos políticos que, en ejercicio de sus responsabilidades oficiales, incurren en estas conductas antisemitas. Entendemos que se hace necesaria la intervención de oficio de la fiscalía general del Estado, y de su delegación para los delitos de odio, dado el crecimiento exponencial delictivo antisemita que constata cada día el Observatorio contra el Antisemitismo.

En Madrid, a 26 de abril de 2024

Firman esta Carta Abierta:

Plataforma contra el Antisemitismo
LICRA Cataluña
Foro Hispano Israelí para la Cooperación
Asociación de Amistad Hispano -Israelí
Coordinadora Iberoamericana contra el Racismo y el Antisemitismo
Asociación Sefarad de Iberoamérica
Fundación Violeta Friedman
Madrid contra el Antisemitismo
Beit Emunah Comunidad Judía de Asturias
Asturias contra el Antisemitismo
Asociación Asturiana de Amigos de Israel
Gijón contra el Antisemitismo
Centro de Estudios Judeo-Cristianos
Asociación Vasca de Amigos de Israel
Asociació de Relacions Culturals Catalunya-Israel
Israel Alliance Forum (ISFA)
Federación de Jóvenes Judíos españoles
Asociación cultural Euskadi-Israel
Granada contra el Antisemitismo
Málaga contra el Antisemitismo
Sevilla contra el Antisemitismo
Marbella contra el Antisemitismo
Jaén contra el Antisemitismo
Asociación de Amistad Valencia-Israel
Valencia contra el Antisemitismo
Instituto de Cultura Alicante-Israel
Alicante contra el Antisemitismo
Castellón contra el Antisemitismo
Asociación de Venezolanos en Castellón
Asociación de Amigos de Venezuela en Vigo
Asociación de Mujeres Venezolanas
Bolivianos en red
Instituto de Relaciones Culturales Baleares-Israel
Mallorca contra el Antisemitismo
Galicia contra el Antisemitismo
Amistad Judeo-Aragonés
Valladolid contra el Antisemitismo
Ponferrada contra el Antisemitismo
Zamora contra el Antisemitismo
Santander contra el Antisemitismo
León contra el Antisemitismo
Betanzos contra el Antisemitismo
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Vigo contra el Antisemitismo
Galicia contra el Antisemitismo
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Zaragoza contra el Antisemitismo
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Contacto: c.contraelantisemitismo@gmail.com

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Detenida por insultar y agredir a una mujer judía en Madrid

 

 

 

 

 

 

La Policía Nacional ha detenido a una mujer por insultar y agredir a otra mujer judía el día 23 de abril en plena calle en Madrid.

Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid, la mujer fue arrestada la tarde de este jueves 24 de abril después de que la víctima interpusiese una denuncia.

Los cargos a los que se enfrenta son delitos de odio, daños y lesiones.

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