Más de 20 comunidades judías hispanohablantes de todo el mundo han solicitado a la Real Academia Española (RAE) que retire del Diccionario de la Lengua la acepción de «judío» como «persona avariciosa o usurera».
Los solicitantes consideran que la definición es «ofensiva, que define en términos peyorativos y discriminatorios a una comunidad de identidad y que no refleja el uso del lenguaje actual en la comunidad hispanohablante, donde prima el respeto y la promoción de la diversidad y multiculturalidad».
También pìdieron la supresión completa de «judiada«, en cuya primera acepción se puede leer como «mala pasada o acción que perjudica a alguien».