El Mundo ilustró el artículo titulado “La hora de los espías en la guerra de Gaza”, firmado por la subdirectora del diario, con un dibujo que cuenta con varios ingredientes del antisemitismo clásico: el factor religioso, los símbolos del candelabro y la estrellas de David que identifican al pueblo judío y las armas que lo designan como colectivo violento.