El día 23 de julio un grupo de 47 menores judíos franceses acompañados de varios monitores, fueron expulsados de un avión de Vueling en Valencia cuando, según la compañía, «pusieron en peligro la seguridad del vuelo».

Vueling aseguró que los menores manipularon elementos de seguridad y fueron apercibidos hasta tres veces. Fue entonces cuando el comandante del avión avisó a la Guardia Civil que se personó, los expulsó del avión y neutralizó de forma severa a una monitora.

La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) difundió un comunicado solicitando a Vueling pruebas de su versión.

En España, el Movimiento contra la Intolerancia presentó una denuncia ante la Fiscalía de Delitos de Odio.

En Francia, el grupo Kinneret interpuso una demanda con una versión diametralmente opuesta a la de la compañía aérea.